martes, 25 de febrero de 2014

El Trébol de la Luna. Cap 5

Capítulo 5


Jamás había llegado a considerarse una persona adicta al trabajo, que tras un minuto de estar desocupado, buscase algo más que hacer para entretenerse, sin embargo, y más por obligación,  se encontraba ante su laptop, y un libro escrito en inglés sobre el regazo de sus piernas, Traducir cada palabra al idioma Irlandés, tomaba su tiempo, generalmente. Pero esta vez había prometido tener listo el segundo tomo de esa saga, en cinco días. Extra-limitado.  ¿Quién podría ser tan audaz y ágil de terminar un libro de poco más de 300 páginas, en menos de una semana?  No lo sabía, pero el podría ser el primero. Aunque no tenía idea alguna de cómo hacer, cuando su  cabeza solo se permitía pensar en una persona, y en su propio libro. Quien diría que ser escritor, era consumidor de tu vida. Tal vez no en toda la totalidad de la frase, pero a veces uno terminaba encerrado en un mundo de ideas ajenas de la realidad, un mundo inventado, tantas horas que perdía contacto con el resto de lo que lo rodeaba solo por no perder esa chispa de inspiración que se genera. Pero aún más, es que esa chispa podía llegar en cual momento del día.

Sungkyu miro hacia el pasillo que había entre medio de los asientos del avión. La azafata con el típico traje azul, compuesto por la pollera y el chaleco del mismo color, salvo por la camisa blanca de mangas largas que se encontraba debajo del chaleco., se acercaba con un pequeño carrito a ruedas,  con aperitivos para quien lo desease. La observo unos micro segundos, luego regreso la vista a la pantalla de su ordenador. No tenía ganas de seguir escribiendo, tipiar letra por letra. Debía concentrarse, más bien, en qué hacer cuando al fin estuviera delante de Woohyun ¿Qué haría? ¿Qué le diría? y ¿Cómo hacer para volver a estar juntos? De por si el menor se había marchado de su vida, con intenciones o la suposición de no volverse a ver jamás.  Quizás Nam no había tenido en cuenta lo que sin querer género en él. Ese sentimiento de necesidad, de ver ese rostro  cada amanecer como lo hicieron en Doolin...

<<Simplemente perfecto>>

Su madre no era consciente de que iba a camino a Corea, nadie salvo sus amigos de la editorial, que junto a él, tuvieron que exigir demasiado para que se le otorgasen esos escasos días. Esperaba siete, pero su jefe no accedió a "tanto". Solo a cinco y con la condición de tener ese libro completamente traducido, hasta los agradecimientos del autor. Cerró la laptop, y luego hizo lo mismo con el libro dejándolo arriba del ordenador que reposaba sobre ese intento de mesa. Sus ojos viraron hacia un lado, donde se encontraba    la ventanilla. El cielo comenzaba a tomar un color anaranjado entre mezclándose con el blanco esponjoso de las nubes.  Algunos rayos del sol intentando subsistir en el firmamento, pero la luna venia asomando sobre el este, con calma pero igual  acechante. Faltaba poco, y suponía que llegaría a Seúl cerca de las ocho de la noche.

Min Ji comento, que Woohyun sola quedarse hasta las 11 pm, suficiente tiempo para descender del avión y correr en busca de un taxi para que lo llevase hasta la fundación, antes de que el menor se marchase a su hogar. Claro que también existía el riesgo de que o no se encontrarse, o bien, no se tratase de "su" Nam Woohyun. Si, incluso se había mentalizado en que podía llegar a suceder aquello último. ¿Qué pasaba si era así?

-Seguiré buscando- murmuro anhelante, para sí mismo.

Así era. Su paso por corea no sería en vano. Estaría con su madre, pero la idea siempre seria encontrar al joven. Si tenía que dejar su trabajo como un pendiente para después lo haría, y si debía amanecer ante el ordenador, transcribiendo esa historia locamente exagerada de amor entre vampiros y humanos, lo haría, pero no se  marcharía del país hasta que no encontrase a Woohyun, y le diera la posibilidad de expresar sus sentimientos. Incluso de dejar sus propios escritos en manos  del menor, y que el decidiese hacer con ese documento, de pura sinceridad, que reflejaba cada emoción vivida desde que lo conoció, lo que le viniese en ganas.

Sungkyu transcurrió esa larga hora, meditando e imaginando, con los nervios a flor de piel. Casi percibiendo a través del cristal, el futuro encuentro, si es que se daba. Rememorando recuerdos y sensaciones, de los labios de Nam sobre los suyos, hasta el momento en que lo hicieron, en que se volvieron uno y en que se encontró perdido en un limbo  llamado Woohyun.

Desorientado en sus pensamientos, no capto que el ocaso había desaparecido completamente, y que ahora se avistaba una enorme y platinada luna rodeada de estrellas, hasta que la voz elegante de una mujer se escuchó por el alta voz de la primera sala.

-Señores pasajeros, le recomendamos abrocharse los cinturones. Estamos por descender a nuestro destino...

Escucho el nombre del aeropuerto internacional, un par de indicaciones más, y se finalizó el comunicado. El barullo de los pasajeros se alzó en el aire. Sus manos viajaron solas en busca del cinturón, sin una orden impuesta por parte de él, y su mente no podía más que cavilar un torrente de imágenes, sin si quiera poder controlar el paso acelerado de su corazón.

...
...

-Esto no puede seguir así. Debes tomar medidas acerca de lo que te sucede.

-¿A qué te refieres? ¿Qué medidas? Si a mí no me sucede nada.

-¡Tienes que ver un psiquiatra, carajo!

Woohyun frunció el entre cejo. Vacilante ante si contestar o no, con el coraje creciente de que lo tratasen como si fuese un loco.  Los tres en medio de la sala de la casa. Su padre a una lado de la chimenea con sus brazos cruzados, la mirada impaciente, e imperturbable. Su madre, diferente a ellos que estaban de pie, permanecía en el sofá con sus piernas una encima de la otra, callada, pero manteniendo el miso rictus que su padre.

Era solo para eso que lo había hecho ingresar con tanta urgencia. Para humillarlo una vez más y tratarlo como si padeciese una enfermedad mental.  Apretó sus puños con fuerza, a los costados de su cuerpo. Hiriente, y ellos lo sabían, de tal modo que Woohyun sabía que no se iban a detener.

-¿Que no te das cuenta, Woohyun? ¿Que lo que tienes es una enfermedad? ¿Que debes ser tratado de alguna manera hasta que "eso" se te quite?

-¿Eso?- La ironía comenzaba a marcar presencia en sus palabras, y su rostro ya no hallaba maneras de contener la impotencia y la indignación, que sentía en aquel momento.- ¿Que es "eso" papá? Dímelo ¿Cuál es la enfermedad que tengo y que yo aún no me he enterado?

La piel blanca de quien fuese el jefe de familia, se tornó carmín, encolerizado a causa de la actitud de su hijo, de que su propia descendencia fuese una perversión, una degeneración o malformación de la naturaleza. Eso no podía ser su hijo.

- ¡Que eres un andrógeno asexuado! ¡Sufres de esa cosa, de homosexualidad! ¡¿Cómo puede ser que te atraigan los hombres?! ¡¿Cómo mierda es posible que te atraiga alguien de tu mismo sexo?!

-Demonios... ¿Otra vez con esto? ¿Qué pretendes? ¿Qué es lo que quieres? ¿Que viva la vida entera bajo tus prejuicios? ¿Echándome culpas porque no fui lo que tú esperaste? ¿Qué es lo que quieren? ¿Quieren que caiga a un poso depresivo, para que estén felices de que opto a la homosexualidad como algo está mal, que estoy mal? ¡¿Ah?!

Y ahora hasta su pulso  y respiración desataban una batalla que él no podía dominar. Sus manos ejerciendo cada vez más presión en esos puños, al punto que sus nudillos empalidecían por la fuerza impuesta, tratando de mitigar ese temblor repentino de sus dedos.

-¡Contesten, carajo!-Grito salido de sus cabales.

-¡Woohyun!- Y esta vez en alzar la voz fue su madre, poniéndose de pies de un salto, y moviendo sus manos abiertas, exasperada y tratando de hacer entender algo, que para el joven le parecía puramente ignorancia.- Estas enfermo, entiéndelo. Estas mal hijo. Es insano, es perjudicial lo que padeces. Necesitas ver un especialista. Debes curarte. Hazlo por tu familia.- El tono a suplica, lo quebró.

-¿Que dices, mujer?- y ya no era su madre.- ¿A qué llamas familia? ¿A esto? ¿Hace cuánto que no me hablan? ¡Dilo! Hace un año que les dije que era homosexual, un enfermo, anti-natural, un andrógeno como me llaman, como tú me llamas papá.-Señalo al hombre. Los gritos de Woohyun fueron entre lastimeros y cubiertos por la perplejidad del fastidio. Ya había guardado silencio por mucho tiempo, ya se había dejado mancillar ante palabras e insultos de miles <<No más... No más>>- Luego de que me repudiaron, y me hicieron bajar la cabeza avergonzándome de mi mismo, no me dirigieron la palabra ni una vez, ni una. ¡¿De qué familia me hablas?!

-¡Calla mocoso insolente!- Su padre se acercó con grandes zancadas, y una mano en alto, atentando con golpear sobre la mejilla del menor.

-¡Pégame papá, pégame!-Se pegó a  sí mismo, en su pecho, con fuerte golpes de su puño- ¿Te crees que porque soy gay no me puedo defender? ¿Crees que me callare y me ocultare como mujer golpeada? Soy homosexual, no un estúpido, no un cobarde. Y no pretendan que ahora guarde silencio, porque estoy cansado. No me  ven la cara en todo el día, no los molesto. Prácticamente es como si no estuviese aquí...

-¡Pero lo estas! Estas aquí, y tu presencia se siente... y si.- Su madre camino con ligereza hacia a él-¡Si molestas!- El rostro de Woohyun se movió apenas un poco ante la inesperada bofetada por parte de la mujer pequeña delante de él.- Maldito degenerado. Tú no puedes haber salido de mí.

Sus labios se encargaron de dibujar una sonrisa sínica, mientras una de sus manos se posaba sobre su mejilla enrojecida. Dio media vuelta, encaminándose hacia las escaleras, cargando aun el bolso de la universidad, donde también guardaba la ropa del trabajo. Con el esfuerzo desmedido de no mostrar debilidad ante aquellos sujetos.

-Disculpen-Dijo con un pie sobre el primer escalón.-Debo buscar unas cosas arriba  y largarme de aquí.

Y esta vez no se detuvo, ascendió rápido por las escaleras, encerrándose en su cuarto, con un portazo, que retumbo en toda la casa, y media horas después otro portazo pero esta vez fue de la puerta de salida a la calle.

La mujer y el hombre, corrieron un poco la cortina borravino gruesa de la ventana de la sala, y captaron la imagen de quien había sido su hijo hasta ese día. Con dos maletas a sus costados, sostenidas por sus manos y el bolso de siempre, cruzado sobre su torso, se lo vio caminando con firmeza hasta el final de la cuadra, y desapareciendo a la vista de sus padres, luego de doblar en la esquina, hacia la derecha.

...
...

Min Ji observo el pequeño dije que colgaba de la cadena de plata. Un tallo pequeño plateado. Cuatro hojas de esmeralda en forma de corazón que se desplegaban del centro circular del mismo color. <<Un trébol de cuatro hojas>> Lo sostuvo y admiro un tiempo más,  luego lo regreso al interior de la cajita de terciopelo azul, y la cerro.

-¿Estás seguro?- Pregunto al levantar la vista, y enfocar sentado al otro lado de su escritorio, al muchacho de cabellos castaño oscuro.

-Si.- Respondió sin vacilación, y ella noto la seguridad en el menor.

-Entonces está todo dicho, Woohyun. Te iras.

Seis días había transcurrido desde que había dejado su casa. Desde el momento en que vio que ya no pertenecía a aquél lugar, ni ese intento de familia. Cuando tomo la decisión que nadie más le haría bajar la cabeza como si se tratase de poca cosa. No mentiría. Cada palabra dicha por sus padres había dolido, hasta corromper la minúscula calidez que resguardaba dentro de él. Se había revelado, pero no diría que gano. No cuando ha sido él, el que se tuvo que atenerse a los cambios, y dejar todo un pasado atrás, como si nunca existiese. No eran solo sus progenitores, era toda una vida.

Esa misma noche en que se fue, busco la habitación de un hotel para quedarse, y hasta ese día había estado hospedando ahí. Ajetreando su rutina hasta no dar abasto. Intentando no sucumbir ante las lágrimas que se burlaban de él y jugaban a caer sin que lo percibiese. Fue estudiar, y presentar  exámenes. Sus últimos exámenes, rendidos con éxito. Buscando un nuevo lugar en donde vivir cuando se mudase de ciudad. En el hospital público, pidiendo al director que llenase la carta de recomendación para presentar en una clínica privada de Busan, trabajo que, para su suerte, consiguió, sin mayores problemas. Y ahora quedaba, a una semana, la ceremonia de graduación, a la cual no sabía si asistir. Tal vez no, no había nada para festejar, tampoco con quien compartir su logro. Estaba solo.

Y por último, y como sabrán por serlo no significa el menos importante, despedirse de quienes lo acogieron sin restricciones, sin prejuicios, ni discriminación de por medio. Irse de la fundación era lo que más le costaba. Alejarse del único lugar que le abrió las puertas sin preámbulos, de los pequeños, con su inocencia y la muestra exagerada de cariño, no solo hacia él, sino a todo el entorno que los rodeaba. Aún más le resultaba despedirse de Min Ji. Su acercamiento podría hacer de hace poco, pero le dio el cariño y las fuerzas que su madre no le dio. La mujer había ocupado un lugar prominente sobre el terreno de su corazón, un lugar que le servía como bálsamo de disgustos tal cual lo había echo Sungkyu tiempo atrás.

Woohyun le dedico una dulce sonrisa a la mayor, y comenzó a moverse sobre su silla para ponerse de pie.

-Es hora de irme...-Murmuro- El micro sale en 45 minutos.

-¿Quieres que te alcance? No tengo problemas en hacerlo.

-No, gracias. Hay un taxi esperando por afuera.

Min Ji acompaño al muchacho hasta la entrada del edificio. Caminaron con lentitud, como queriendo que ese momento se alargarse un poco más, pero el trecho desde su oficina hasta la salida eran de apenas unos siete metros. La noche fría, como últimamente acostumbraba, el reloj de su muñeca marcando las diez y treinta minutos.

Woohyun que estaba unos pasos más adelante que ella, retrocedió y volteo a verla. Sus brazos se extendieron de lado a lado, y sin permiso la envolvió en ellos. Él la abrazo con tanta fuerza y afecto, que Min Ji por algún motivo casi pierde el hilo de sus emociones, queriendo llorar a mares.

-Gracias por todo, señora Min Ji.

Un susurro casi apagado debido a que los cabellos de la mayor se interponían en su boca, al igual que la capucha que llevaba puesta la mujer.

Ella correspondió ese abrazo, acariciando con ambas manos la espalda cubierta, por el grueso saco que vestía Woohyun. El momento le trajo de recuerdo su despedida con su hijo, cuando se marchó de Irlanda, para regresar al lado de su marido.

-No tienes nada que agradecer, Woohyun. Espero que esto no sea una despedida, y que pueda verte prontamente.

Palabras más, de consuelo, apoyo, ánimos, y de promesas futuras que se hacían uno al otro, hasta que el chofer del taxi llamo la atención, haciendo sonar el claxon del vehículo. Un beso en la frente de la mujer por parte de Nam, y luego ingreso al interior del auto amarillo, con pintas negras, agitando su mano a través de la ventanilla, mientras el conductor ponía en marcha ese rodado.

Min Ji quedo sola bajo una luna llena, divagando en sus pensamientos, de que alguien importante se alejaba de su vida, de la injusticia de la sociedad, y la tristeza impertinente que sentía por Woohyun, por verlo tan solo, y aun así aunando fuerzas de quien sabe dónde, quizás de ese amor que el muchacho no quería declarar o dar a conocer, o de que tal vez se visualizó en un futuro mejor para él.

La mujer perdió de vista al taxi. Un fresco se coló por la abertura de su campera apenas cerrada, y se dijo así misma que era mejor entrar, y beber una taza de café caliente. Finalizar con sus tareas por ese día y regresar a la soledad de su hogar, donde nadie esperaba por ella. Era una lástima que la relación con su esposo se marchitase luego de tantos años  <<Cosas que suceden>> Comenzaba abrir la puerta de la fundación cuando sus ojos  captaron otro vehículo, igual al que recién se acababa de  marchar, acercarse hasta donde ella se encontraba. El taxi se estaciono, delante del edifico, y Min Ji observo el número  de serie registrado en la parte baja, cerca de la cajuela. No, no era el mismo en que se fue Woohyun. ¿Quién era entonces?

La puerta trasera del vehículo se abrió despaciosamente. Primero descendió un pie, luego la cabeza de cabellos castaños, asomándose a la luz de las farolas que alumbraban la calle, y así hasta que todo el cuerpo quedo a la vista.

El corazón de Min Ji dio un brinco, y su boca no pude más que soltar un gritillo de sorpresa y alegría.


-¡Sungkyu, Hijo!


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Aquí le traigo otro motivo para que me maten... el final del cap. Estoy en mi faceta de "se mala haz sufrir a todos los personajes" jajaja 


Bueno no se que comentar, dado que ya escribi mucho en culpa de una Fujoshi. Tal vez les comento que sali el sabado pasado. Una salida planeada por mis dos amigas, que invitaron tres chicos. Me salvo la noche la peli que vimos, que si no fuese  por el final cursi le pondria un ocho XD jajaja Pompeii, se las recomiendo para que se rían un rato, aunque no es de comedia ni cerca, pero yo me reí, por lo evidente de todo, no se, predecible, y cosas que solo puede pasar en una pelicula... Luego queria matar a varios. Hablaron de la homosexualidad, y de feos, gordos, flacos y petisos. Quiere que les sea sincera, creo que se ven en el espejo y se concideran mas perfectos que Dios. Luego me piudieron que para la proxima salida fueramos a una disco... Perfecto si eso quieren, los llevare a todos a un Club Gay, para que tengan. XD jajaja Mientras que yo ja!!! Uhhhh Yaoi, Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!! Si ya les parezco rara, no me quiero imaginar cuando me vean volteando sangre por dos chicos besandose aqsdfrtgyhjuk jajaja morire de la risa.


Bueno es un desastre lo que digo, eso es lo unico que sucedio de interesante. A que tanto pedir por lluvia a causa del calor, parece que se me adelanto el otoño. Llueve una cantidad y hace frio jajaja Genial hacia falta, yo amo este clima.


Bueno espero comentarios y gracias por leer.


Nos estamos leyendo.

Bye












6 comentarios:

  1. Actuuu! *-*, hubieras visto mi cara de embobada con los pensamientos de Gyu, era como awwww <3, jajajaja ay dios! XD, pero de ahi fue como si recibiera un puñetazo, ahhh! los padres de Namu me vuelven loca, quienes se creen para tratarlo asi, estupidos, estupidos, estupidos, si tan solo me pudiera meter al fic, solo nesecitaria un bate para cata uno y ADIOS!! XD
    Whyyy?, porque cuando llega Gyu, se me va Namu, justo cuando estaban a casi nada de verse, ya quiero el otro cap, estare esperando con ansias *-*~
    Llevalos nomas, tu solo aprovecha todo el yaoi gratis *-*, creeme yo estaria igual que tu, votando sangre por la nariz, mismo anime jajaja xd
    Bueno espero que estes super bien, cuidate mucho, xoxo, bye~
    PD: Por un mundo sin SM, y lleno de WooGyu *-* <3, -se va a leer mas WooGyu-

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    1. Jejejeje Yo no entiendo porque los separe pero, asi quedaba mas interesante no?? XD no me mates...

      Si, bueno eso que sucedio con Namu y sus padres es hasta casi real... A un compañero de prepa de mi hermana le paso. Es una pena que exista gente asi. Los tiempos han cambiado, no es lo mismo de antes. Creo uno deberia ser mas tolerante, o cuando menos, respetuosa...

      Mmmm... Conte que escribia fics de parejas gay, y sabes que dijo una de mis amigas "que asco"... Dame un bate asi le pego XD jajaja

      Cuidate tu tambien, y gracias por comentar...

      Bye

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  2. No no no no no no se tuvo que ir justo cuando llegaba Gyu T-T, ojala al enterarse que WooHyun se ha ido no se de por vencido y vaya a seguirlo, al fin que Busan no esta tan lejos, si viajo desde Irlanda a Corea que son unos kilometros mas XD. Bien por Namu no le hacia nada bien continuar es esa casa, hace tiempo que dejo de ser su hogar u.u.
    P.D Espero que no dures mucho en faceta de mala, los dos fics los dejaste asi de infarto, con ganas de golpearte por alejar al WooGyu XD

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    1. Jojo... Me quieres pegar jajajaja

      Ayyy sabra Dios cuanto me durara esta faceta de evil XD jajaja

      Juro que yo ame como quedo este cap. Esta interesante. Seee no le cuesta nada ir hasta Busan, ya se paso de un continente a otro, no? XD

      Bueno gracias por comentar...

      Cuidate...

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  3. Oh por Dios.... De verdad que eres muy mala.... Porque justo en ese momento los tenias que separar , porque en el momento en el que Gyu llega a buscar a Namu....Porque???????????????????....-Dramatiza-
    No es justo, no crees que Namu ya sufrío demasiado y Gyu viajo mucho... Espero se puedan reencontrar...

    Bueno de igual manera me encanto el capitulo...
    Lindo SungKyu con sus pensamiento acerca de Namu, soñando el reencuentro -Pero tu bien mala-

    Y pobre Namu -Padres del or**- Aun así espero en algún momento de la historia el muchacho pueda ser feliz.....

    Bien me voy... No te quejes si recibes algún golpe de mi parte.... Por cierto debes llevar a tus amigas a un boliche gay... Ya les quisiera ver la cara ... Y lo del clima, hermoso , algo soñado... Pleno verano y con temperaturas otoñales...Perfecto...
    Ahora si me iré, mi cuerpito no esta de buenas el día de hoy...

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    1. Aja!!! Te dije que era mala, y tu llamandome buenita por toda la casa XD jajaja naa de verdad asi queda mejor, si no no habria drama ni trama.

      Aun no acaba... Puede que me odien mas... Pero estara bueno, creo?

      Mis amigas en un boliche gay... Mmmm ya se que es lo que piensan, y es por eso que pienso con mas ganas de llevarlas XD jajaja

      Bueno hermanita, gracias por leer y comentar.

      Cuidate...

      Bye

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