martes, 19 de noviembre de 2013

Culpa de una Fujoshi. Cap 5


Capítulo 5

(Advertencia, Intento de Lemon XD)



Los días de lluvia se han prolongado, tanto que está resultando ser más una molestia, que un clima agradable. Como se dice, conformar a una persona es difícil. De a poco va anocheciendo, el cielo esta nublado, un tono que no se puede decir si es gris o un bordo un tanto amarronado. Los que lo observan, prevén una tormenta. En época de verano es algo normal.

Dentro de la pequeña sala, se encuentran reunidos un grupo de jóvenes, atentos a los últimos minutos de clase, que le restan. Myungsoo adelante de todos, con uno de los alumnos, intentando enseñar a afinar mejor. Ese día no tienen clase compartida junto a Stefania, por ende la hora y media de su tutoría, ha sido extrañamente tranquilo. Solo vocalizar por esta vez.  Sin ningún instrumento que acompañe. Un timbre suena, por los corredores del conservatorio, y la pequeña cantidad de jóvenes, comienzan a movilizarse de sus lugares, se despiden de su profesor, y se retiran.

Guarda las partituras en su carpeta, y luego la mete dentro de su bolso.  Son ocho de la noche,  y quiere retirarse a su casa. No ha tenido una rutina complicada pero, hay algo en su mente, que está rondando, de forma molesta desde el sábado el día que se mudó. Una imagen que pesa demasiado, que no quiere pensar, ni recordar, porque eso sería, de alguna manera, extraño.

Aún le queda algo más que hacer, en el conservatorio. Es parte de la rutina, al menos sucede una vez al mes. Cada 30 días, Stefania convoca una reunión, entre todos los empleados de la academia. Y cuando se dice todos, incluye hasta el guardia de seguridad. Si para la Directora del conservatorio, todos tienen derecho a opinar siempre y cuando sea para mejorar, la calidad del lugar. Ya sea de las clases, como de las instalaciones del edificio. Alguna modificación que se proponga en cualquier ámbito.

Todos están en el Hall de la academia. Sungjong permanece de pie, a lado de Yadira, con sus manos metidas dentro de los bolsillos del jogging gris Adidas. Tiene una remera blanca con el logo de Lacoste cerca de su pecho, y una gorra negra en su cabeza. No es lo que suele usar normalmente el menor, pero por cuestiones de comodidad, durante sus clases, esa ropa es lo más óptimo. Está muy entretenido  conversado con la joven. Yadiz como todos la llaman en la academia, con jean negro, que es demasiado angosto a sus pantorrillas, una remera cuello en V de color salmón y su cabello castaño suelto. Tiene que suponer algo, aunque quien sabe ¿no? pero a su punto de vista esos dos, pasan demasiado tiempo juntos.

Myungsoo se acomoda al lado de Hoya. Observa de soslayo al mayor. Como siempre sport. Conjunto de remera y pantalón negro Nike, y una gorra del mismo color. <<Demasiado distante>>, pensando quizás, pero no puede saberlo, aunque le da la sensación de saber en quien. Remontando en lo que ha visto el sábado, pequeñas y fugases miradas, que logró captar de vez en cuando, hacia Jang Dongwoo.

-Lo sientooo!-Stefania viene a paso presuroso, por el pasillo, dando disculpas. Con su guitarra a cuestas de su espalda, el bolso cruzado sobre su torso, y una bolsa de cartón, con el dibujo de Hello Kitty estilo emo, y varias carpetas dentro.

Myungsoo mira el reloj de su muñeca, y sonríe. Basta escuchar como habla de rápido Stefania para saber, que le espera el regaño se siglo, cuando llegue a la radio. Su primo Sungkyu es de perder fácil la paciencia con ella.


...
...


Su oficina es extremadamente grande, como para una sola persona. Hay un sillón en forma de L, color negro, que se observa al entrar, la mesita de madera oscura en el centro y un librero haciendo juego atrás del sofá. Mas al fondo, luego de pasar el juego de living, un amplio escritorio del mismo color que el resto de los muebles. Lo único que difiere, es el piso de porcelanato blanco, y las paredes revestidas de mármol de distintos matices de gris. Pero aún más impresionante es la vista panorámica, del centro de la ciudad.  Los ventanales cubriendo gran parte  del ancho de la pared, completamente el largo.

Woohyun suelta el bolígrafo y lo deja caer sobre el escritorio. Se recuesta sobre el respaldo de su silla, forrada de cuero, y se le escapa un suspiro, Ha trabajado durante todo el día, y aun no puede terminar, aunque esa semana  va siendo complicada. Su mente no está al cien por ciento enfocada, en el trabajo. No logra concentrarse.

La puerta de madera reforzada y tallada, con extrañas figura, se abre, y el cuerpo esbelto  de Sungyeol, vestido de saco y pantalón negro con una camisa blanca debajo, ingresa dentro de la oficina. Se acerca hasta el escritorio, con una carpeta en su mano.

Woohyun levanta la mirada.

-¿Ya has terminado?-Pregunta el mayor y de a poco va esbozando una sonrisa.

Sungyeol asiente con la cabeza.

-Sí. Y tu Hyung?

Se encoje de hombros.

-Algo así. Me queda poco.

Por un momento sus miradas se cruzan, la mantienen fija, sin decir nada, pero Sungyeol no logra seguir sosteniéndola, y desvía sus ojos a otro lado, Se enfoca en mirar Seúl desde ese panorama. Las sugestivas nubes que debes en cuando se iluminan, seguidas por el estruendo de los truenos. <<Una noche perfecta>> piensa el menor.

-Oye Yeol ¿tienes algo que hacer más tarde? yo casi ya termino, si quieres podemos ir a tomar algunas cervezas.

Woohyun necesita hacer algo antes de que su mente estalle. Distraerse es la mejor opción. Salir beber algo, conversar. Que su cerebro se despabile, pero no, no funciona así. No para él. Por más que lo intente no logra quitar la imagen del joven de pequeños ojos, cabellos castaños y piel nívea de su cabeza. <<No está bien>> Se ha repetido es frase tantas veces, como si fuera un mantra.

-No puedo Hyung. Tengo que ir a ver a...

-¿Una mujer?-Pregunta divertido el mayor, al mismo tiempo que se endereza en su silla.

-Algo así...-La mejillas de Sungyeol se sonrojan, y rasca su nuca.

-Ohh... interesante Yeol

-Debo irme Hyung. Se está haciendo tarde.-Le entrega la carpeta que tenía en mano. Los balances del mes.- Ya está todo listo. Que tengas buenas noches. Woohyun, nos vemos pasado mañana.

- ¿Pasado mañana?-Arquea una ceja.- ¿Por qué pasado mañana?

-Mañana es feriado Hyung. ¿No lo recuerdas?

-Ah

-Por lo visto a ti también te ronda una mujer en la cabeza- Sungyeol sonríe, con picardía luego voltea y comienza dar pasos hasta la puerta-Nos vemos hyung- y desaparece.

Ojala fuera tan simple como Sungyeol imagina, y se tratase de una mujer sexy y despampanante, al menos es lo que quisiera Woohyun. Que la persona que se encarga de llevarlo a otra galaxia, a otra dimensión y le roba el aliento, fuese una dama, una chica, o una anciana. Bueno tanto no.- Seguro y la viejita le da con el bastón.- Se pone de pie, y decide no continuar con el trabajo. Llevará las hojas al apartamento, y terminara allá. Ahora, simplemente no puede pensar en más nada que no sea, ¿cómo dice Stefania?, en el "hámster sin ojos".

-Esto no está bien.- Murmura.

Se acerca hasta el ventanal, observa el centro de Seúl, y apoya su frente en el cristal. Una cuantas gotas comienzan a descender por el vidrio. Otra vez la lluvia, y Woohyun siente que el clima acompaña, sus lamentos. Esta solo dentro de su oficina, demasiado solo. Y su cerebro se pone a trabajar nuevamente, pero para seguir con el hostigamiento.

¿Hace cuánto tiempo que no tiene una novia o al menos una chica para pasar la noche? ¿Cuánto tiempo ha pasado de la última vez que tubo sexo con una mujer? ¿De sentir la caricias sobre su cuerpo, caricias que tornan lo lascivo y lo perverso? ¿Cuánto tiempo sin sentir los labios de alguien más sobre los suyos?

Y una vez más, a pesar, de interrogarse y cuestionarse, la imagen que viene a su cabeza, no es la que espera, sin embargo no puede evitarlo.

-Sungkyu...


...
...


Entran a la tanda publicitaria. Stefania alza sus brazos al aire, y se estira sobre su silla. Durante la última hora le ha estado bajando sueño, demasiado, tanto, que justo en este, momento una lágrima comienza a descender por su rostro. La enjuga con su dedo índice y suelta un bostezo. Otro más. No está teniendo días muy tranquilos, por eso la falta de dormir. Una que otra discusión con su compañero de vivienda, que anda de pésimo humor, y por ende Stefania se ha vuelto receptiva de esa ira de origen desconocido. Y hasta ahí no más, porque ella tiene poca paciencia, y no piensa dos veces antes de gritar "Vete a la mierda Nam Woohyun" y se encierra en su cuarto, con un fuerte golpazo de su puerta, Todo una melodramática, pero al menos así se descarga. <<Estúpido>> Piensa al mismo tiempo que frunce el entre cejo. <<Todo porque no se anima a salir del bendito closet>> Golpearía la mesa que tiene delante, pero prefiere guardar fuerzas, para poner su puño en medio de la cara de Nam por si se le da por levantarle la voz de nuevo. Se endereza, y dirige una mirada a Sungkyu que esta recostado en su silla observando el techo, y luego dirige sus ojos marrones oscuros en la figura de Jang Dongwoo detrás del vidrio de la sala de grabación, jugando con su móvil. Ambos con rostro de total pesimismo. <<¿Por qué demonios todo tiene que ser tan complicado?>> A sabiendas, de que puede aquejar al locutor, y de la posible reacción que tenga si ella pregunta, ya que la relación de ellos son de dos bestias en medio de una disputa, Stefania se pone de pie y prefiere salir de la cabina, y ver qué sucede con Dongwoo.

Dongwoo observa con cierta nostalgia la pantalla de su móvil, pero no ha y nada, solo una imagen de fondo, de él y quien supone aun es su amigo. Pero ya no sabe que pensar. Hoya se ha mostrado tan distante, no responde los mensajes, y cuando lo llama, apenas cruzan dos palabras que el menor corta, y lo deja escuchando el "tu tu tu" del auricular.

Stefania toma una de las sillas que están apiladas cerca de la puerta,  y la acerca a donde está el director de programación. Se sienta y se cruza de piernas. Dongwoo ni se percata de la presencia femenina a su lado, y sigue extraviado en sus pensamientos. La joven suelta una bocanada de aire, y piensa que tendrá que acudir a una palabra, que no acostumbra a decir.

-Dongwoo Oppaaa!- Y quiere pegarse un tiro, porque al escucharse, sintió como si hablara con la nariz tapada, y peor es que el mayor ni señales de haberla escuchado. Siguiente plan, un golpe en el brazo.

-Oh disculpa...-Y solo sonríe-¿Sucede algo?

-Eso mismo pregunto yo ¿qué sucede?

No es idiota, y capta al instante a que se refiere Stefania.

-Hoya me sucede... Esta raro... Creo que se ha dado cuenta...

-¿de qué? ¿De tus sentimientos hacia él?

-Si-asiente con parsimonia, sus ojos se detienen en un punto fijo del cristal. Si fuera así, que Hoya ya lo sabe, o al menos eso presiente, y esa distancia que está marcando cada vez más firme, áspera y difícil de aguantar, solo significaría, el rechazo que tiene ante aquello, ante sus gustos, ante él.

-¿Se lo has dicho?-Stefania utiliza un tono conciliador.

Dongwoo niega con la cabeza.

-Pues entonces no creo que sea eso. Por lo mucho que los observe el sábado, no me mires así Dongwoo, no te sorprendas de que lo allá hecho, es común en mi-sonríe, y muestra una hilera de diente en perfecto estado y relucen un blanco envidiable- No se te ha notado nada...

-Por supuesto que no se ha notado nada, si prácticamente estuvo como a un kilómetro de distancia, de mí.

-Tranquilo Dongwoo. No te alteres. La verdad opino, que no, no se ha dado cuenta. Algo más le sucede. Lo eh notados estos dos días demasiado distraído. Deberías ir hasta su casa, y averiguar...

-Puede ser... pero no quiero molestar su...

-Si te consideras su amigo, no tiene nada de malo que les dé una pequeña visita. A parte te haría bien, no me gusta verte con esa cara de dinosaurio triste.-pasa uno de sus brazos por atrás de la cabeza del mayor, y lo deja sobre el hombro de este.-Todo estará bien pendejo.

Dongwoo la observa, y si no fuera porque ya la conoce, y sabe que no lo ha llamado esa forma solo por hacer maldad, la hubiera despedido.

Continúan con la conversación, hasta que el joven le indica a la locutora que tienen que volver al aire. Stefania abandono su lugar al lado del director de programación, y regresa a la cabina de grabación. No ha sido del todo sincera, por lo menos evadió un pequeño detalle. El recuerdo de Lee Howon estático en medio del patio, observando atentamente a Dongwoo conversando con Myungsoo en la sala, mientras acomodaban los muebles que habían llegado. ¿Y si, si  se había dado cuenta?

Sungkyu despega sus parpados, y se encuentra con la imagen de Stefania, colocando sus audiófonos en sus orejas. Frunce el ceño, y le dedica una mirada acusadora.

-Es tu culpa...-Espeta de repente

 Stefania voltea verlo. Desconcertada por el inesperado ataque.

-¿qué carajo te pasa?

...
...


El clima se torna denso. No es una simple llovizna lo cae sobre Seúl, es una tormenta, que convoca al poder desaforado de los vientos del sur, y a ese gran cumulo de agua, que cae como cortina transparente y bella en cada calle, y rincón de la ciudad. La veredas desoladas, no hay quien esté dando vuelta, salvo algunos despistados o los recién salidos del trabajo, que a fuerzas debe esperar bajo la casilla de la parada del bus. Unos con sus paraguas que resulta inservible, ante la fuerza desmesurada de la lluvia, y otros a la intemperie, buscando recovecos para esconderse.

Aun así, nada es impedimento, para que detenga su vehículo, y deje de conducir. Aunque toma precauciones, el limpia parabrisas, se agita bruscamente de un lado a otro, impidiendo que el cristal delante de él, se  cubra en su totalidad por el agua, y pierda la visibilidad de su camino. Velocidad moderada, a pesar de que quisiera llegar cuanto antes.

¿Y qué va a hacer cuando llegue? ¿Cuándo este delante de su casa? No tiene idea, pero quiere estar ahí. Recuerda con gracias la primera vez que lo vio, aunque el menor no noto su presencia, no lo tuvo en cuenta. O eso parece. Un joven de cabellos oscuros, bien parecido, un rostro que podría quitar el habla hasta la Reyna de Inglaterra. Esa piel nívea, que brillaba bajo un candente sol de invierno, haciendo contraste con la ropa de tonos oscuros. Su bufanda gris, saco, jean y converse negras. Caminaba por una de las avenidas, observando las distintas tiendas, aunque no era precisamente de ropa. Tiendas de música algunas, y otras de ventas de motos.

<<Hace unos meses atrás>>

Piensa en esas palabras, con cierta melancolía. Porque realmente no lo noto, no noto a ese sujeto alto de traje, que iba siguiendo atentamente los pasos del menor. Algunos dirán que fue amor a primera vista, él no pondría las manos en el fuego por ello, pero definitivamente desde ese día ha perdido el rumbo de su vida. ¿Alcanza un primer vistazo para perder el aliento, y sentir que su mundo se ha dado vuelta? No está seguro, pero fue lo que provoco ese joven. Sin embargo...sin embargo él nunca volteo a ver a ver al tipo, que llevaba persiguiéndolo, disimuladamente, tallando su espalda, de manera curiosa. Porque si, quería saber más de él, que hacía a que se dedicaba, ¡algo! lo que fuese. El semáforo dio la señal de paso, y una muchedumbre de gente, que estaban haciendo las compras de navidad se interpuso en su camino, y el menor desapareció en el tumulto.

Pero la vida tiene demasiadas vueltas, caminos inesperados, Un destino que se asemeja a la odisea, enfrentando a lo fortuito, a lo desconocido. La noticia de que su hermano había conseguido trabajo en un conservatorio, que recién habría sus puerta en el año, fue una buena nueva, hasta entonces solo él y su madre se encargaban de llevar adelante la casa, del hogar que casi se viene abajo con la repentina partida de su padre. Pero como todos saben el mayor pilar de una familia suele ser una madre. Y así fue que entre los tres lograron salir a flote de ese mar de amargura y tristeza, tan pronto como se habían sumergido. "Cosas de la vida" simple. Primer día de empleo del menor, y obligadamente, tuvo que ser él, quien lo llevo. No hubiera esperado nunca lo que siguió. Ahí estaba, cuando llegaron, saliendo por las puertas dobles de la academia, junto a una joven, que mucho tiempo después, el sábado para ser más exacto, la conocería como la directora del lugar. Pero sus ojos solo contemplaron, anonadados la sonrisa brillante del joven. Y su ser tembló. "Kim Myungsoo profesor de canto"

Ya está cerca, solo a unos cuantos metros. A medida que avanza, logra visualizar una figura. Si es él, es Myungsoo, saliendo de su casa, con un paraguas en su mano, y una pequeña bolsa en la otra. Está sacando la basura. Sungyeol detiene el vehículo, a dos casas antes.  El limpia parabrisas sigue en función. Se recuesta en su asiento, y pierde la noción de todo lo que lo rodea, la lluvia, el viento, los truenos y relámpagos. Todo por solo mirarlo unos minutos, aunque sea a distancia. ¿Es que se ha vuelto como una obsesión? Podría decir que sí, porque es como una rutina salir de su trabajo, e ir  hasta la casa, del menor, y esperar a que este salga. Antes había sido en la antigua vivienda. Ahora en esta. No dejara de hacerlo, porque solo así calma su inquietud. Aun no tiene el coraje necesario para llegarse y hablarlo, tampoco la tuvo el sábado, aunque Myungsoo no dejo que llegaran a entablar una conversación. Solo dio un gracias, y se metió dentro de su casa, dejándolo solo, bajo a una pequeña llovizna, que caía aquel día. Pero lo logro, logro estar más cerca, y admirar las facciones de ese bello rostro. Anqué fuese una nimiedad de segundos. Cualquiera diría que se está trasformando en un acosador. Ni él lo entiende Suelta un suspiro. Desasosiego. También tuvo la leve impresión que no le agradaba al menor, por lo tajante que fue, pero sus ojos... sus ojos, parecían encerrar otro tipo de emoción.

Sungyeol, se turba, porque es consciente de algo, quiere más. Quiere y espera mucho de Myungsoo. No solo una charla, no solo una amistad, o un beso... Él quiere más, mucho más.


...
...

¿Qué es eso? ¿Qué es lo que siente?

Confuso. No sabe que pensar. Esta solo sentado en el sofá, de su apartamento Mirando a la nada. Su mente huyendo de la realidad, o el queriendo que eso suceda, Porque está cansado, de vivir en esa soledad y seguir recordando, a quien no ha hecho más que dañarlo. Y no piensa de esa manera, porque la odie. Simplemente no siente nada.

Y llega a ser eso lo molesta un poco, sentirse vacío, sin nada. Tiene sus amistades sí. ´Pero hay un pequeño lugar en su corazón, que necesita un habitante. Alguien que sea capaz de mantener la renta, correr con las cuentas, arreglar daños que se consideraban irreparables, poner en buen estado todo ese espacio, Y si lo convence, poder vender para comenzar a construir algo.
¿Cuánto tiempo ha pasado?

Y sacando cálculos. Pues han sido más de dos años. Entonces porque sigue, estancado en esa zanja. Y ha sido bastante tiempo lamentando "lo que pudo ser y no fue". De una manera directa para decirlo, a Sungkyu le está faltando iniciativa para comenzar de nuevo. Necesita tomar las riendas de su vida, tratar de derrumbar ese muro que lleva construyendo desde que esa mujer lo abandono, por el simple hecho de que se aburrió.

Algunos han llegado a considerarlo corazón de hielo, entre esos "algunos" solo se destaca Stefania, que cuando se enoja  se le da por hablar con tanta sinceridad y la verdad se le escapa sin ganas, de la boca. Como esa noche, que luego de acusarla, minuto y medio antes de regresar al aire, de "ser culpable" de quien sabe que, porque él no logro argumentar su acusación, y la joven soltó miles de cosas en tan poco tiempo.

<< ¿Qué carajo te pasa? ¿Estás loco o qué? exijo una respuesta. ¿No tienes nada para decirme?, pues me importa una mierda. Woohyun y tú me tiene hasta la coronilla de cansada>>

Exploto. Sabe por experiencia que es de poca paciencia, o que a veces absorbe tanto, y revienta como un globo, luego de haber sido inflado con demasiado aire. Aunque la cosa no termina ahí.

<<Ninguno se decide a hacer nada. ¿Qué mierda esperan? ´ ¿qué les caiga una señal del cielo? ¿Que las cosas se den por si solas? ¿Ah? ¿Acaso se piensan que las cosas se resuelven por arte de magia? Se creen tan maduros, y si quiera son capaces de aceptar lo que les pasa>>

Por unos escasos segundos  se relajó, adoptando una postura de estar pensando en algo.  Su cabeza ladeada hacia un costado y con la mano tomando su mentón.

<<Aunque claro, todo es muy reciente por eso quizás...>>

Frunció el entre cejo y exploto de nuevo

<<Pero que quizás ni nada. A ver si ya resuelven sus asuntillos que ya me tienen bien podrida, utilizándome como medida de descarga, ¿que se creen que soy, un pararrayos en la punta de un edifico alto para descargar su ira y confusiones? No me mires así. Por qué me pongo loca y me enojo...>>

¿Ha entonces no lo estaba? Pues como sea, ahí termino de bramar Stefania, porque se percató del limitado tiempo que tenía para regresar, y tan rápido como pudo aspiro una bocanada de aire y soltó en largo suspiro. Luego una sonrisa, y volvió hablar pero al público, que escucha la radio desde sus hogares.

¿Que como quedo él después de todo? Pues bien. Cree. No resulto herido, y está en su apartamento sin rasguño alguno, y con sus ropas intactas. Dongwoo le dijo antes de irse que la saco barata. Bien dicho. Por como gritaba Stefania, hubiera jurado, que el final de su vida llegaba en ese momento, incluso llego a ver la luz al final del túnel. <<Oh vamos Kim Sungkyu, estas exagerado bastante>> Puede que sí o puede que no. ¿Quién sabe?

Vamos al punto de todo esto, se retiró de la radio con una duda, que aún sigue intacta y fresca, como al momento de escucharlo. ¿Por qué Stefania menciono a Nam Woohyun? Puede que hayan discutido y estén peleados, y que más esa inofensiva a acusación, ayudara a saltar las térmicas en la cabeza de la joven. Pero ¿Por qué generalizo todo?

<<Se creen tan maduros y si quiera son capaces de aceptar lo que les pasa...>>

-¿Y qué nos pasa?- Se pregunta a sí mismo, mientras se dirige a la cocina a por una lata de cerveza.

No comprendió nada de todo lo que dijo Stefania. Incluso cuando iba bajando la escalera de la estación de radio, vio que por las puertas dobles de vidrio ingresaba Nam, con camisa azul oscuro, y pantalón negro, las manos dentro de los bolsillos, y avanzando hacia el interior con pasos decisivos, como si con cada uno de ellos  comprara un pedazo de suelo. Seguro iba a buscar a la joven. El bichito de la curiosidad pico en su cerebro y estuvo a punto de preguntar si sabía que pasaba con la menor. Pero no. Se arrepintió, cuando Woohyun paso por su lado ignorándolo, como lo había hecho días atrás.

<<Presumido>>

Claro los humos se le bajaron de golpe, cuando Stefania apareció, bajando las escaleras, con un montón de cosas y se las entregó a su compañero de vivienda para que se las cargase. Ni reproche de parte Nam hubo, basto con una diligente y fulminante mirada de la locutora para que callase. Sungkyu los observo, por un corto tiempo, y se retiró, en busca de su auto.

Bien se necesita hacer hincapié en algo. Aunque Sungkyu está tratando de evitar el tema. Porque sería asumir algo que no, ¡NO! puede ser cierto.  ¡No! puede ser cierto que al ver a ese joven le temblaran las rodillas, ¡No! puede ser cierto, que su corazón casi sale por su pecho rompiendo los huesos de su caja torácica, ¡No! puede ser cierto que siente que el mundo se le detiene por cuarta vez en menos de una semana, solo por verlo aparecer por la radio en busca Stefania. Simplemente no puede ser porque ¡ES HOMBRE!  O ¿Si?

¿Acaso es a eso a lo que se refiere su compañera de trabajo?  A que deben "Asumir lo que les pasa". Pero si es así eso significa que no es el único, si no que también...

Niega con la cabeza, sacudiéndola casi de manera desesperada

-No puede ser...


...
...


El agua fría de la ducha comienza a caer. Los cabellos castaños de su cabeza son lo primero en mojarse. Las gotas sobre su cuerpo, cada vez tienen menos efecto sobre él. Las imágenes no cesan, están latentes, y el calor en su sangre también. O.M.G de Usher comienza a sonar dentro de la sala. El sonido del ringtong, llega a oídos de Howon, y ya supone de quien se trata.

No saldrá del baño a atender, no quiere escucharlo, ni verlo. Se siente miserable, demasiado quizás. Pero no puede, estar cerca de él. No cuando teme, que sus sueños no se queden solo en su mente, si no que su desquiciada conciencia quiera hacerlos realidad. ¿En qué momento todo se tornó tan oscuro? ¿Por qué fantasear con su amigo?

¡No! jamás había tenido gustos hacia un hombre. Nunca miro a nadie de otra manera, con segunda intenciones. Hasta ha tenido aventuras con mujeres, lo que algunos llamarían "touch and go". Y entonces ¿por qué Dongwoo? ¿Por qué? El sábado el último día en que lo vio, se sintió tan maldito, tan asqueroso, su mente degenerada con solo haber sentido su cintura envuelta por los brazos de su Hyung mientras conducía la moto. La tentación de no llegar a casa de Myungsoo, y regresar a su apartamento. Y aunque fuese a la fuerza, hacerse del cuerpo del mayor.

Comienza a pasar el jabón por el torso desnudo, como suaves caricias, pero al instante su cuerpo parece querer revelarse. Y aunque no quiere, sabe que le esta haciendo falta, el agua ya no surte efecto. Necesita de algo más, debe aliviar esa tención en su entre pierna.

Apoya su espalda en los azulejos blancos con garabatos, deformes dibujos, figuras sin sentido de color celeste, de la pared del baño. "Frio" se siente más. Quizás por la alta temperatura en cada centímetro de su fisionomía. Se tensa. Como una película triple X, las imágenes de varios sueños, en trascurso de esa semana, se acumulan en su mente, e incluso siente que la fiebre a causa de lo cachondo que se encuentra, lo hace alucinar. ¿Qué es lo que está viendo? ¿Es real? ¿Realmente está delante de él?

Dongwoo está de pie bajo el umbral de la entrada del baño. Cruzado de brazos y apoyado en el alfeizar de la puerta. Completamente desnudo. Solo con el bóxer gris, que Howon sabe y conoce a la perfección. ¿A caso cuantas veces no han compartido ropa interior? e incluso ¿Cuanta veces no han compartido tiempo, bajo esa misma ducha? El mayor lo está observando, atento. Sus ojos, tienen un destello, que guarda en su profundidad, la lujuria ladina de satanás. Su labio grueso inferior, que sobresale, siendo mordido con intensidad. El rostro del joven mostrando  un gesto tan sugestivo de perversión.

<<Totalmente violable>>

Los pies descalzos comienzan avanzar por el cerámico negro del suelo del baño. Cada paso retumba en la conciencia de Howon. Un estremecimiento para su cuerpo. No logra quitar la vista del abdomen de Jang. <<Perfecto>> Marcado y trabajado. ¿En qué momento se ha vuelto tan gay? ¿Desde cuándo le calienta ver el torso desnudo de un Hombre? No tiene senos, esta plano, y aun así es su miembro quien reacciona con esa imagen tan masculina.

Dongwoo se pone de rodilla ante él, ante su hombría. Pero algo ha cambiado. Su actitud. No queda vestigios del Jang Dongwoo de hace unos segundos. Ha desaparecido. Quien está ahora delante de él, es su amigo, sí, pero mostrando una inocencia que pondría la piel de gallina a cualquier hombre. Sus rodillas tocan el suelo, sus piernas ligeramente separadas una de la otra, con sus manos sobre los muslos, y la cabeza mirando hacia el suelo. Como un puto sumiso. Tan delicado, inofensivo carente de pecado y al mismo tiempo desesperadamente demencial, despertando el morbo y ganas de poseerlo sin piedad alguna.

-Hazlo- Una orden que escupe de su boca. Sin creerlo, su voz tornándose ronca.

-¿qué quieres que te haga?- Habla bajito, con suavidad, casi en un murmuro.

-¡Hazlo eh dicho!- Está siendo duro. No se reconoce.

-Si no me dices ¿qué? no te are nada.

La sangre en sus venas corre de manera acelerada, hierve. ¿Que está buscando? ¿Quiere sacar lo peor de él? No sabe lo que hace, está totalmente perdido. Su uso de razón quedo totalmente obstruido y olvidado. Asienta una de sus manos en la cabeza del mayor, y jala de sus cabellos hacia atrás. Logrando que el oculto rostro de Dongwoo salga a la luz. Las comisuras de sus labios se están arqueando para esbozar una sonrisa  vil y las pupilas de sus ojos tan dilatadas que se logra vislumbrar la lascivia en su ser. Lo está provocando. <<Pues si eso quieres…>>

-Cojete la boca con mi polla...

Y tan sumiso como se ha mostrado, obedece. Toma, con una de sus manos, el miembro de Howon. Cierra con sus dedos, y lo apresa con fuerza. El pene de Hoya esta duro, tieso y caliente. Comienza un vaivén de movimientos con su mano. Sube y baja por esa masa de músculos y nervios, logrando que cada vez se ponga más erecto, y grande. Howon hecha su cabeza hacia atrás y cierra sus ojos, Con ese simple tacto ya ha logrado separar su cuerpo de su alma. El cuarto de baño parece transformarse en un sauna. Hace mucho calor dentro. Dongwoo continua con sus movimientos, sube y baja, una y otra vez, mientras que relame sus labios gruesos, para contener un poco más las ganas de engullirse la hombría del menor.

-Basta... No quiero... tu... mano...-Los jadeos no dejan que articule palabras razonables y eso lo enfurece- Metete la maldita polla en tu boca Dongwoo!

Y a pesar de ser una orden desconsiderada, brusca y carente de respeto, por su parte, se escucha una risa, burlista.

.-Eso Hoya. Me gusta cómo te pones... sigue quiero escucharte...

Dongwoo prosigue unas cuantas veces masturbando el pene de Howon, lo escupe, y sigue. Logra ver unas gotas de líquido pre seminal caer por la punta del miembro y es ahora cuando decide que está listo. Lo engulle por completo, sin tapujo alguno. Se introduce toda la erección en su boca y luego se lo saca y vuelve a tragar su larga extensión. Saborea cada centímetro de ese musculo, que palpita dentro de su cavidad bucal. Howon pasa sus manos izquierdas por los cabellos de mayor y tironea suave de ellos.

-¿Te gusta Hoya?... ¿Te gusta cómo te… la chupo?- Toma aire, su respiración es agitada- ¿quieres… más?

-Hummmmm... si..... Ahhhh... Chúpala… hummm,

Los gemidos del menor comienzan a tomar lugar en todo el baño, y a pesar de tener la lluvia cayendo sobre su cuerpo, y el de su amigo, el calentón que tiene no se lo quita nadie salvo quien se está tragando enteramente su miembro.

La lengua Dongwoo comienza hacer círculos alrededor de la punta del miembro de Hoya, chupa solo un poco y repite de nuevo con su lengua. Con su mano desocupada, acaricia el abdomen mojado del menor y baja su mano hasta llegar a la parte baja del pene. Sus testículos. Los acaricia primero con las yemas de sus dedos, luego los toma entre su mano y los aprieta pero sin ejercer demasiada presión. Sin causar molestias. Comienza a masturbar de nuevo a hoya con su mano, y ahora se introduce los testículos dentro de su boca. Deja que su lengua juegue con los huevos de Howon, y se divierte con ello.

-Ohhhh... por Dios Hyung... sigue... ahhh... sigue

Hoya está totalmente desencajado. No puede más que gemir y decir palabras sin sentidos. Ya no le importa ni una mierda, si es un hombre o su mejor amigo quien se la está chupando, pero el hecho de que sea Dongwoo lo vuelve más excitante, más sucio. Sentir su lengua lamiendo toda su erección, sin asco, y aparentemente disfrutando de ello, es simplemente fantástico. El contacto de los gruesos labios del mayor saboreando su pene, succionando la punta, y luego engulléndolo de nuevo, o que se refriegue su polla por todo su rostro, como una maldita zorra desesperada por un poco de leche, es magníficamente perverso. Incluso puede asegurar que esa boca ha sido viciosamente creada, para mamársela solo a él. Sus piernas comienzan a temblar, y percibe que está próximo a terminar. Sujeta con fuerza los cabellos de su hyung casi inmovilizando el movimiento de su cabeza.

-Abre bien la boca Dongwoo... más abierta-ordena, parece convertirse en el mismo demonio- ahora seré yo quien te coja, y quiero que te tragues todo. ¿Entendido?-

Y el mayor solo asiente, despacio, con sus labios entre abiertos y esperando.

Hoya toma su pene y lo mete dentro de la cavidad bucal de su amigo, no disminuye el agarre del pelo. Si no que a medida que aumenta las embestidas dentro de la boca tira con más fuerza de los cabellos mojados del mayor.

-Hummmm... si nene... vamos aguanta... ahhh siii ya casi...

Dongwoo recibe, sin vacilar la fuerte cogida que le están propinando a su boca. Incluso siente que el pene del menor está tocando hasta lo más profundo de su garganta. Hace una que otra arcada y aun así no dice nada. No podría aunque quisiera, tiene una extensión de músculos nerviosos, latiendo dentro de su cavidad. Su rostro chocando contra la pelvis del menor y un fino hilo de saliva comienza a caer por la comisura de sus labios.

-Siiiii!!!! Dongwoo!!!!!! AHHHH!!!!!!!

Hoya ha dejado ir toda su esencia, con un intenso gruñido ronco y grave. Sin embargo...

-¿Qué demonios?

Se tiene que estar volviendo loco << ¿No puede ser cierto?>> La palma de sus manos está cubierta de un líquido viscoso blanco.  Es su semen, que rápidamente va desapareciendo, a  causa  del agua de la ducha que sigue cayendo, y más fría que en un principio. Lamentable. Todo ha sido una mala jugada, una broma, de su imaginación pretenciosa, y asquerosamente pervertida. Solo ha sido el mismo propinándose una salvaje masturbación. Se siente levemente aliviado, al menos logro apalear el calentón, pero sabe que ha cruzado el límite. Ha tenido un orgasmo monumental de un rey del sexo,  con solo la ilusión, de Dongwoo haciéndole sexo oral.  Tan real, se había sentido tan real. Frustrante.

<<Maldita sea mi mente insana>>

Traspaso de la barrera. No solo de la amistad, saltando varias por alto, para llegar a lo sádico, si no que también la del heterosexual. Porque no puede negar que a pesar, de ser un delirio de su cabeza, todo lo que se le cruzo le gusto. Y ahora las preguntas del millón son ¿Cómo hace para volver a ver a Dongwoo, sin pensar volteárselo en donde sea? ¿Tendrá que poner fin a esa amistad de años?  


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